A ritmo de batukada y carnaval, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo acompañaron miles de empleados públicos que se manifestaron este martes por las calles de Murcia en la novena protesta contra los recortes salariales aprobados por el Ejecutivo de Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Comunidad Autónoma.
Esta protesta, muy numerosa pero menos multitudinaria que las anteriores -los organizadores cifraron la asistencia en 50.000 personas-, ha sido la primera que se produce tras la ruptura de la unidad sindical contra de los recortes aprobados por el gobierno regional el pasado diciembre, para ahorrar 300 millones de euros y que, posteriormente, se redujeron a 240 millones tras el acuerdo alcanzado por el Ejecutivo murciano y seis de los nueve sindicatos presentes en la función pública.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, señaló que la Región " debe retomar el diálogo social y no estar por los remiendos, sino por las soluciones, pero unas medidas que no recorten los derechos de los trabajadores". Asimismo, Méndez recordó que con la decisión del Gobierno regional se han perdido doce años de paz social por el atropello de los derechos de los trabajadores públicos.
En este sentido, el representante de CCOO indicó que el gobierno de la Región de Murcia "ha invadido competencias del Gobierno central, alentado por éste último en recortes sobre recortes, en una tierra que no necesita conflictos, sino consenso, reconducir al marco del diálogo del que nunca debería haber salido el Gobierno regional".
Ambos mostraron su apoyo a los profesores, sanitarios y funcionarios públicos de Murcia y los han alentado a continuar con estas movilizaciones hasta que el Gobierno regional derogue la Ley.
Uno de los gritos más repetido durante el recorrido fue "Aquí estamos, nosotros no firmamos", en alusión a los sindicatos que han llegado a un acuerdo con el gobierno murciano y por "la dignidad y resistencia», según coreaban los manifestantes. Muchos de los participantes acudieron disfrazados, en alusión al tiempo de carnaval próximo, entre otras cosas, con grandes tijeras a modo de sombreros en referencia a lo que denominan "el tijeretazo".
Un grupo de jóvenes marcó el ritmo de la marcha con la incesante percusión de sus tambores que no ha logrado tapar los gritos de "Valcárcel dimisión" y "Así, así, ni un paso atrás, contra los recortes, huelga general" cuando han pasado frente al edificio que alberga la vivienda del presidente.
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