Manifestación
Por los recortes de hoy y de mañana
Alrededor de 5.000 empleados públicos de la Región, menos que en las anteriores citas, retoman las protestas contra la Ley de Medidas Extraordinarias "y contra los ajustes que vendrán"
Dos manifestantes que dicen no llegar a fin de mes preguntan a Valcárcel si a él le pasa lo mismo GLORIA NICOLÁS
DAVID GÓMEZ Quizás la abrumadora victoria delPartido Popular murciano en las elecciones municipales y autonómicas del 22-M –33 diputados en la Asamblea– ha anestesiado las ganas de lucha de muchos empleados públicos murcianos, que estaban convocados ayer a la décima manifestación que el comité de resistencia (UGT, CC OO y Sterm-La Intersindical) organiza contra la Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas aprobada por el Gobierno de Valcárcel.
Alrededor de 5.000 personas, según los organizadores, se manifestaron por las calles de Murcia contra los recortes de diciembre «y contra los que vendrán», según apuntaron fuentes sindicales, que temen que la obligación de la Comunidad de reducir su déficit implicará más medidas de ajuste en los próximos meses. Eran muchos menos que en la conocida manifestación de las velas, donde 60.000 murcianos salieron a la calle vestidos de negro escenificando el funeral de los servicios públicos. Sin embargo, el comité de resistencia considera que ha conseguido aguantar el tipo, ya que han pasado varios meses desde la última manifestación y, entre medio, se celebraron las elecciones con la victoria de Valcárcel.
La protesta transcurrió con ausencia total de incidentes. Comenzó, como es tradicional, en la Plaza de la Fuensanta y recorrió la Gran Vía para finalizar en el Jardín de Floridablanca. En la cabecera se encontraban los máximos dirigentes de UGT, CC OO y Sterm en la Región. Al pasar por la casa del presidente de la Comunidad, en la misma Gran Vía, los manifestantes intensificaron el ruido con los pitos y las cacerolas. Atrás quedaron los días en los que los manifestantes lanzaban sin piedad huevos contra la fachada de la vivienda. De hecho, esta vez, al contrario que en las anteriores protestas, no había policías nacionales custodiando la residencia del máximo dirigente regional.
Los líderes sindicales –Antonio Jiménez, Daniel Bueno y Toni Carrasco– destacaron que la manifestación no solo expresa su rechazo al ‘tijeretazo’ de diciembre, sino que el objetivo era denunciar «la adopción del copago y el Plan de Reequilibrio Financiero presentado por la Comunidad». Toni Carrasco, portavoz de Sterm, sospecha que, en septiembre, «habrá 1.500 docentes menos en los centros educativos de la Región».
Durante la marcha, se escucharon cánticos como: «Valcárcel, las urnas no legitiman tus recortes», «Educación y Sanidad, no dejéis privatizar», «El despilfarro y la mala gestión, tienen endeudada a la Región», «El 26% de paro en nuestra región es intolerable» y «Más negociar y menos recortar».
En la manifestación se pudo ver también a algunos componentes del Movimiento 15-M, que se encuentran acampados en la Glorieta. Este movimiento mostró en asamblea su apoyo a las reivindicaciones de los funcionarios murcianos, aunque no a los sindicatos convocantes, y realizaron una representación teatral que simboliza la lucha «entre corruptos y trabajadores».
Alrededor de 5.000 personas, según los organizadores, se manifestaron por las calles de Murcia contra los recortes de diciembre «y contra los que vendrán», según apuntaron fuentes sindicales, que temen que la obligación de la Comunidad de reducir su déficit implicará más medidas de ajuste en los próximos meses. Eran muchos menos que en la conocida manifestación de las velas, donde 60.000 murcianos salieron a la calle vestidos de negro escenificando el funeral de los servicios públicos. Sin embargo, el comité de resistencia considera que ha conseguido aguantar el tipo, ya que han pasado varios meses desde la última manifestación y, entre medio, se celebraron las elecciones con la victoria de Valcárcel.
La protesta transcurrió con ausencia total de incidentes. Comenzó, como es tradicional, en la Plaza de la Fuensanta y recorrió la Gran Vía para finalizar en el Jardín de Floridablanca. En la cabecera se encontraban los máximos dirigentes de UGT, CC OO y Sterm en la Región. Al pasar por la casa del presidente de la Comunidad, en la misma Gran Vía, los manifestantes intensificaron el ruido con los pitos y las cacerolas. Atrás quedaron los días en los que los manifestantes lanzaban sin piedad huevos contra la fachada de la vivienda. De hecho, esta vez, al contrario que en las anteriores protestas, no había policías nacionales custodiando la residencia del máximo dirigente regional.
Los líderes sindicales –Antonio Jiménez, Daniel Bueno y Toni Carrasco– destacaron que la manifestación no solo expresa su rechazo al ‘tijeretazo’ de diciembre, sino que el objetivo era denunciar «la adopción del copago y el Plan de Reequilibrio Financiero presentado por la Comunidad». Toni Carrasco, portavoz de Sterm, sospecha que, en septiembre, «habrá 1.500 docentes menos en los centros educativos de la Región».
Durante la marcha, se escucharon cánticos como: «Valcárcel, las urnas no legitiman tus recortes», «Educación y Sanidad, no dejéis privatizar», «El despilfarro y la mala gestión, tienen endeudada a la Región», «El 26% de paro en nuestra región es intolerable» y «Más negociar y menos recortar».
En la manifestación se pudo ver también a algunos componentes del Movimiento 15-M, que se encuentran acampados en la Glorieta. Este movimiento mostró en asamblea su apoyo a las reivindicaciones de los funcionarios murcianos, aunque no a los sindicatos convocantes, y realizaron una representación teatral que simboliza la lucha «entre corruptos y trabajadores».
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