1.- Porque sí, se puede.
Porque es posible la unión y la confluencia de todos y todas, de los educadores/as de la escuelas públicas y de los profesores/as de postgrado, de las familias que quieren una plaza escolar para sus hijos, de los jóvenes que se enfrentan a una universidad cada vez más elitista, de los/as investigadores, de los alumnos/as con discapacidad, de los jóvenes que quieren trabajar en la enseñanza y ven que no tendrán una plaza educativa en décadas, de los parados que no encuentran una plaza para reciclarse en formación profesional o de los trabajadores/as de enseñanza concertada que ven deterioradas sus condiciones de trabajo mientras que las empresas del sector siguen siendo las beneficiadas de la “crisis”. Es posible la confluencia de todas las organizaciones sindicales de todos los sectores, de las familias y de los estudiantes porque todos compartimos un interés: la educación es un derecho básico, imprescindible en la vida y el desarrollo de las personas y para la igualdad de oportunidades.
2.- Porque sí, se puede.
Se puede conseguir una educación infantil que atienda al desarrollo de los niños y niñas, a su crecimiento, su salud y su felicidad, en escuelas donde reciban un trato digno y quienes trabajan en ellas tengan el reconocimiento que esa labor merece. La mayoría creemos que los niños y niñas son más importantes que los banqueros y podemos conseguir, uniéndonos y luchando, que ellos/as sean la prioridad de la sociedad.
3.- Porque sí, se puede.
Podemos conservar una Universidad pública y de calidad. Nuestras universidades son las mejor valoradas por el alumnado y las familias y los jóvenes españoles de las últimas generaciones han hecho un enorme esfuerzo por formarse y ponerse al nivel de los europeos. Todo esto ha costado mucho esfuerzo y lo perderemos si se reduce la financiación de la Universidad, si se encarecen las tasas limitando el acceso a aquellos que puedan pagar y se eliminan becas. Es posible una universidad para todos/as, accesible a la clase trabajadora, con una labor investigadora que permita el verdadero progreso, autónoma de los intereses empresariales, orientada a la formación de las personas y al avance en todas las área del conocimiento.
4.- Porque sí, se puede.
Una formación profesional que permita tanto a las personas jóvenes como a los desempleados/as que necesitan un reciclaje profesional acceder a las competencias que les abran un futuro laboral. Una formación profesional que permita un cambio en el modelo productivo, formando a los estudiantes en nuevas profesiones, con recursos materiales y de profesorado suficientes. En los últimos cursos han quedado 8.000 solicitudes de formación profesional sin atender en la Comunidad de Madrid: eso supone expectativas profesionales y de vida truncadas y menos oportunidades para salir de la crisis y combatir el paro.
5.- Porque sí, se puede.
Acabar con el fracaso y el abandono escolar temprano, poniendo medios para luchar contra él desde los primeros años de escolarización. Hoy, el fracaso escolar reproduce el mapa de la pobreza. Necesitamos una escuela que atienda las necesidades de los alumnos con más dificultades de aprendizaje o con discapacidad y que compense la peor situación en la que parten los alumnos/as de origen social y familiar más desfavorecido. Las pruebas de nivel y el discurso del esfuerzo aplicado ya a los niños y niñas de educación primaria solo esconden los verdaderos problemas de la escuela y solo pretenden segregar, separar, y quitar recursos a quien más los necesitan. En vez de pruebas de nivel, necesitamos una detección temprana de los problemas, más profesores/as, más desdobles y menos alumnos por aula, más tiempo para atender a las familias, más profesionales de apoyo y especialistas.
6.- Porque sí, se puede.
Universalizar la educación y garantizar que todos los alumnos/as alcanzan unos niveles educativos mínimos al terminar la secundaria. Frente al bilingüismo para unos pocos, la excelencia para los que ya saben,… es posible, con un reparto equilibrado del alumnado y recursos que permitan la atención personalizada, que todos los alumnos y alumnas sean bilingües y excelentes y desarrollen todas sus capacidades. Es posible una escuela en la que todos y todas encontremos una oportunidad de pleno desarrollo.
7.- Porque sí, se puede
Una enseñanza de idiomas accesible, con una oferta suficiente, tanto en enseñanzas como en plazas educativas. El recorte de las escuelas oficiales de idiomas, su limitación para impartir todos los títulos válidos en el mundo laboral, supone una traba intolerable para la clase trabajadora, a la que, por un lado, se nos exige que nos formemos en el conocimiento de las lenguas y, por otro, se nos cierran oportunidades. Esto solo beneficia a las academias que, con menos garantías que las escuelas públicas, utilizan la demanda no atendida para hacer negocio.
8.- Porque sí, se puede.
Una formación artística que no sea el privilegio de una minoría. La música, las artes plásticas y dramáticas, los oficios artesanos son una herencia común que debemos cuidar y mantener ofreciendo y garantizando que la formación artística es accesible a todos/as.
9.- Porque sí, se puede.
El respeto a los trabajadores y las trabajadoras de la educación. La labor de los educadores de infantil, de las personas que enseñan a los niños a comer, de los que atienden a las familias, de los que detectan un problema en el desarrollo, de los docentes, de los que mantienen el centro en buen estado cada día, de los que forman a los profesionales y los universitarios, de los investigadores… es una labor imprescindible para toda la sociedad y merece el reconocimiento social. Los recortes en educación no son una buena salida a la crisis: deja a miles de personas en desempleo, desatiende necesidades básicas de las familias y los alumnos/as, roba el futuro a los jóvenes y empobrece a toda la sociedad.
10.- Porque sí, se puede.
Se puede una escuela plural, que garantice la igualdad de oportunidades, con un modelo de convivencia (y no de autoridad), verdaderamente democrática (y no únicamente autónoma para competir en el mercado), con profesionales suficientes y bien tratados, donde todos los centros tengan los mismos recursos (los recursos que necesitan para su alumnado), una escuela para formar a las personas. Es posible porque los recortes no son inevitables. El derecho a la educación no se consiguió por casualidad. Es una conquista histórica que hemos logrado con mucho esfuerzo, con el trabajo y compromiso de muchos maestros, educadores y profesionales de enseñanza y con la lucha de todos y todas. Pues de la misma manera, luchando y trabajando lo vamos a defender.
22 MAYO
HUELGA ESTATAL DE TODO EL SECTOR EDUCATIVO